VISITA PUERTO DE A CORUÑA

01/08/2022

La importancia histórica del puerto de A Coruña es indiscutible, máxime si consideramos la señal marítima milenaria que anuncia su presencia: la Torre de Hércules. Pero otro hecho trascendental está sucediendo en las últimas dos décadas: la construcción y entrada en funcionamiento del llamado Puerto Exterior, enorme dársena que multiplica las funcionalidades del puerto tradicional, situado en el interior de la ría de A Coruña, al tiempo que prácticamente elimina los riesgos ciertos que determinados tráficos han venido suponiendo para el Puerto y para la Ciudad. Son razones más que sobradas para que un grupo de alumnos del Máster, acompañados del codirector Vicente Irisarri, visitasen sus instalaciones en la tarde del pasado 21 de julio. Fuimos recibidos en la propia Autoridad Portuaria por Enrique Maciñeira, en la actualidad Jefe del Área de Planificación y Estrategia Portuaria del ente. El conocimiento y experiencia que ha acumulado a lo largo de su trayectoria profesional lo convierten en la persona idónea para dirigir la visita, a lo que se suma su trato humano, excepcional.

La visita, como cabía esperar, no se ciñó a los temas relacionados exclusivamente con la logística y el transporte, sino que se extendió a múltiples aspectos de la seguridad de los buques, de los riesgos de determinados tráficos como el crudo y sus derivados, de la problemática ambiental de otros como el carbón, de las necesidades de instalaciones específicas de un sector pesquero moderno y como todo ello, influye en el día a día de las relaciones Puerto-Ciudad. Todos estos aspectos estuvieron gravitando en la primera parte de la visita, donde a bordo de un microbús Enrique Maciñeira nos fue identificando cada muelle, cada infraestructura, cada nave, cada tipo de mercancía y la importancia -ventajas e inconvenientes- que cada tráfico supuso y supone para la institución portuaria, buques de crucero incluidos. Bien explicado, como él lo hace, surge sola la necesidad y génesis del puerto exterior, las razones que llevaron a acometer tan magno proyecto. Con la misma sencillez se justifica y visualizan las zonas que se integrarán plena o parcialmente en la vida ciudadana, al tiempo que se alumbran unas actuaciones urbanísticas que transformarán –para bien- la fachada portuaria y las relaciones entre Puerto y Ciudad mencionadas. Restan aún años de planificación y ejecución de obras, donde, entre otros, los servicios ferroviarios tendrán también su protagonismo en ambas dársenas portuarias.

El minucioso recorrido por todo el puerto interior, con la visualización y análisis de sus potencialidades y carencias, fue muy útil para entender todo lo relativo al Puerto Exterior y así, durante el trayecto entre uno y otro, situado en el término municipal de Arteixo al lado de Punta Langosteira, nuestro mejor cicerone, nos comentó todo el proceso del nacimiento de la idea, estudio de alternativas, toma de decisiones, coste previsto, fuentes de financiación, arranque y estado actual de las obras, lado tierra y lado mar, proyectos pendientes (fundamentalmente el ferrocarril, pues no se concibe un puerto del siglo XXI sin conexión ferroviaria) etc.etc. También el papel a desempeñar por algunas empresas privadas (Repsol principalmente) y entes públicos como Adif. Pero ninguna explicación es comparable a lo que se percibe cuando se llega a la inmensidad de las instalaciones. El factor de escala cambia completamente, todo es enorme: el dique de abrigo (con sus 3,36 km de longitud, sus 40m de parte sumergida más sus 25 sobre el nivel del mar y sus bloques de 150 t), sus 1.500 m de línea de atraque con calados que alcanzan los 21,5 m (contra un máximo de 16 m en el actual puerto interior), un contradique de 1.300 m, una dársena abrigada de 230 Ha de lámina de agua (cabría dentro la propia ciudad de A Coruña) y 150 Ha de explanadas, generadas a base desmontes y rellenos.

Es obvio que para moverse en estas instalaciones se necesita un vehículo. A bordo del microbús las recorrimos completas, con las correspondientes explicaciones de Enrique Maciñeira y con varias paradas para acceder caminando al morro del dique, explanadas y zona de naves donde ya se está operando con distintos graneles sólidos (cereales, abonos, harina, carbón etc.), de hecho en estos últimos años se han movido ya alrededor de 12 millones de toneladas. Asimismo se nos indicó por donde accederá el enlace ferroviario (un trazado básicamente por un túnel). Todo impone y a todo se le ve unas posibilidades extraordinarias, si bien condicionadas al desarrollo global de la propia Galicia. El Puerto Exterior inducirá el desarrollo, qué duda cabe, pero el tejido industrial gallego o de un hinterland mucho mayor (gracias al futuro ferrocarril) jugará también un papel importante. Es un desafío para esta y futuras generaciones. Y la logística y el nuevo impulso al transporte intermodal tendrán un protagonismo indudable. De ahí la satisfacción generalizada al finalizar la visita, a la vista del importante papel que desempeñarán los y las profesionales que hoy se están formando de forma especializada en estas materias en el Máster de la UdC

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